Esta especie nativa es probable que desaparezca de nuestras montañas, por lo que está en marcha una campaña muy original para preservarlos.
El garrano es como Portugal pequeño y robusto, aunque su nombre proviene de la lengua gallega, "guer", que significa bajito y "guerran", que significa caballo. Se trata de una raza autóctona del norte de Portugal, que se pasea libremente en manadas, con especial énfasis en el parque Peneda-Geres, la Sierra Cabrera y la Sierra Amarilla, por nombrar unos pocos lugares. Se cree por las pinturas rupestres que existen en nuestro país, que estos caballos habitan en nuestro paisaje desde la prehistoria, y desde entonces poco o nada ha cambiado en términos de físico, ya que hay poca evidencia de mestizaje. Las poblaciones rurales domesticaban estos animales, que se utilizan principalmente en el trabajo agrícola y para montar, debido a su naturaleza dócil y amigable.
Las manadas están compuestas casi exclusivamente de hembras y un macho, cuya función es proteger al grupo de los lobos y otros depredadores. La tasa de natalidad de esta especie es muy baja, lo cual los pone en la lista de animales en peligro de extinción. La reserva de Faia Brava, en el Valle de Coa, ha creado una campaña para la preservación de estos ejemplares, por lo menos alternativa, la intención es crear un régimen amplio para los caballos garranos, cuya intervención también tiene una función ecológica, evitando el riesgo de incendio, ya que esta raza come hierbas sin poner en peligro el bosque mediterráneo. Esta iniciativa tiene como objetivo establecer una manada de 30 animales, sólo que para eso, es necesario adoptar un animal y al mismo tiempo contribuyen para preservar esta especie autóctona, que contribuye al mantenimiento del parque forestal.
http://www.atnatureza.org/apoie_atn/Garranos_da_Faia_Brava.pdf