Es el simple título de un conjunto de obras, unas 50, de Eurico Santos, que nos ofrece los fluidos de la forma y los pigmentos que dibujan sus proto-historias, alojados en el vestigio acuoso de la técnica utilizada, acuarela, como dice en su presentación Carlos Valente. En esta primera exposición individual, Rita Rodrigues, profesora de arte e investigadora de la Dirección Regional de Cultura y Emanuel Gaspar, coordinador de la Casa de la Cultura de Santa Cruz, también ayudarón a componer un retrato del artista y su obra, ya que debido a su timidez no quizo hacer ningún comentario.
Muchas de las acuarelas de Eurico Santos son versadas en la naturaleza, hay muchos árboles, resulta ser un tema recurrente.
Rita Rodrigues: En este núcleo de acuarelas de Eurico Santos verificamos que hay una exploración de un lenguaje poético y algo lírico, particularmente entre la relación del paisaje y la naturaleza, tenemos la observación de Carlos Valente que escribió el texto y que hace está referencia, el árbol, el hombre, la naturaleza, el humano, la vida y el tiempo que es perfectamente visible en la exploración de esta obra clásica del artista. Por otro lado, es capaz de explorar las habilidades técnicas y expresivas de la acuarela, desde su transparencia y opacidad con una gran ligereza y delicadeza, escondiendo historias fragmentadas. Más tarde encontramos que el discurso narrativo intrínseco entre ellos es meramente una exploración plástica de la acuarela misma, que entonces cuenta en cada pintura, en cada tablero, una historia fácil de ser visualizada, aunque existe un hilo conductor entre el hombre, el paisaje y la propia naturaleza. También se señala que Eurico Santos tiene una capacidad muy interesante de exploración de la plasticidad y todo esto revela, esta maduración, este ejercicio que hacía a lo largo de los años de una experiencia en acuarela, en el fondo hay un diálogo con la técnica y el tema que vemos expresado en esta exposición.
Pero, por qué elegir acuarela?
RR: Es una elección personal del artista. Durante muchos años ha estado trabajando esta técnica, desde dibujos extremadamente pequeños hasta soportes más grandes, por lo que hay una exploración plástica de la misma expresividad de la acuarela. Eurico Santos siempre quiso hablar de cierta manera con esta técnica desde la escuela secundaria, es un curso que fue lento, hecho en su ritmo, una velocidad de trabajo con cierta serenidad y tranquilidad y esto se nota en las obras. Tiene una esencia del dominio técnico, pero una cierta lentitud del ejercicio del dibujo y este es el Eurico que conocíamos desde joven hasta la actualidad.
Por qué decidiste llevar a este joven artista a la Casa de la Cultura?
Emanuel Gaspar: Porque pensé que tenía un trabajo interesante, está muy vinculado a su mundo fantástico, al pateísmo, pero también a su interior, que puede ser muy doloroso, o incluso del día a día. Eurico Santos es un artista protegido, que ama mucho su universo, vive mucho dentro de su capullo y le fue muy difícil convencerlo de exhibir sus obras, pero después de insistir muchas veces, porque tiene muchos dibujos, después de algún tiempo terminó accediendo. Como tenemos una relación de amistad le ayudé a escoger las obras y él sólo decidió mostrarlas, porque me conocía como persona y profesional.
Cuándo eligió las obras junto con el artista qué consideró para esta exposición?
EG: La técnica, las obras mejor ejecutadas en este sentido, y también obras que de alguna manera podrían sorprender a las personas más, que podrían impresionar, o seducir al observador.
Y cuál de las acuarelas te hizo emocionó más?
EG: Los que siempre me excitan más son las obras muy fuertes, con un fondo de violencia, de este mundo que no es fácil de vivir. Luego me encantó con su universo ligado al pateísmo, ligado al amor de la piedra, o al mar. Las obras muy íntimas, vinculadas a los lugares de abandono, también me eso me sedujó mucho.
Hubo una línea guía también en la elección inicial?
EG: No hay hilo conductor, a pesar de ser un escultor, decidió traer estos dibujos y pinta una piedra, un árbol o su mundo interior. Es en los momentos de fondo que está pasando, su día a día y lo que siente en ese momento, no tiene nada que ver con una historia, o un viaje.