Es la primera película que retrata la vida de una de las grandes divas de la música portuguesa.
Es una película que cubre la vida de la cantante de fado desde su juventud hasta su edad mayor, como superestrella internacional, como la representante de Portugal en el mundo. Esta película es un excelente cuadro de la cantante, que le debe mucho a la magnífica labor de la actriz Sandra Barata. La composición que hizo Amalia es sublime y no sólo depende de la caracterización del personaje, hay una tristeza en sus ojos, que era de más evidente en la cantante. Tal vez por eso ella podía cantar tan íntimamente y sin embargo, tan amarga. El argumento de Pedro Marta Santos y Juan Tordo es muy bueno. La escena en la que se inclina sobre el abismo es algo que nos sorprende, creo que pocas personas sabían de este lado de la cantante muy fatalista, al mismo tiempo es de una gran belleza estética. Ella en el tope del mundo, alcanzó el reconocimiento de todos, en la ciudad que nunca duerme y sigue sola. Las pasiones y los odios de la estrella también están en esta película, que también los tiene, sus hombres, con ellos también se escribe la historia de Amalia. Ricardo Carriço, es un ejemplo de ello, es un actor consagrado en el mundo artístico portugués y la prueba está en su personaje César Seabra que es exquisito. Si usted no lo ha visto, véalo y silencio que se canta el fado. Buena película.