Esta fue una película que no fue entendida por el público?
MM: No fue un gran éxito en términos de espectadores se que no excedió los cinco mil, no lo necesito, no llegó a mucha gente, pero por suerte no me puedo quejar como de otras películas. Me trajo una satisfacción que estaba más allá de todo esto del público, una reacción satisfactoria de muchas personas bien conocidas. En este aspecto fue muy positivo.
Pero cree que este aspecto está relacionado con la poca promoción de películas portuguesas, o incluso un cierto prejuicio por parte de los portugueses en relación con su propia producción?
MM: Creo que, entre otras cosas, pero esas en particular, en términos de promoción, ya sea de ese lado parcial de los portugueses en relación con el cine nacional, obviamente, afecta a gran parte del diálogo entre ambas partes. Algunos incluso tienen buenas campañas que permitan películas a otra dimensión y allí, en mi caso, aunque la distribución de la película fue realizada por Lusomundo, tenía pocas copias y también tal vez no era la mejor época del año para el debut y estas son condiciones que nosotros cineastas no negociamos de la mejor forma. Y ni hablar de la cuestión de los prejuicios, es más difícil de resolver, aunque hay directores de cine actuales que ya tiene otra posición más combativa, por lo que las películas son vistas por más personas.
En que registro se siente más cómodo como director de largometrajes o documentales?
MM: A gusto me siento en los dos, desde la construcción de las ficciones de una historia, escribir el guión, elegir y encontrar los decorados y sobre todo el trabajo de los actores. En los documentales hay un peso un poco inesperado y, además, este tipo de película sólo se concreta en la mesa de montaje. Este aspecto es muy interesante, porque en la película aparecen muchas cosas que no puedes controlar a diferencia de una película que es más rígida y lineal.
Hablando de una forma más amplia, cree que hay un futuro para largometrajes en Portugal?
MM: Me gustaría pensar y espero seguir creyendo que hay un futuro. Por lo menos hay una parte de mí que está muy satisfecha con el resplandor de directores de mi edad o mayores que yo y que todavía creen en el cine nacional, además de la aparición de nuevos cineastas que trajeron para el cine portugués un nuevo impulso y estoy encantado con visibilidad en el exterior que sucede con otros cineastas como Miguel Gomes, João Pedro Rodrigues, João Salaviza y muchos otros. Lo que está ocurriendo en esta realidad y ya ha comprometido mucha de esta esperanza, es está apolítica película que hemos alcanzado, donde no hay producción, si bien hay resistencia y que todo esto hace posible la producción de proyectos en Portugal.
En este momento tiene algún proyecto en marcha?
MM: Yo proyectare un documental y un cortometraje. Estoy dispuesto a hacer una película para una competición cuando haiga una. Las ideas no me fallan, vamos a ver si las puedo poner en práctica, eso aún no sabemos.