De hecho relata en detalle la vida cotidiana de la cultura japonesa, la forma de cocinar, cómo hacían su higiene, como hacían la disposición de los muebles de la casa, lo que me llevó a pensar que también hizo una investigación profunda sobre los japoneses.
MS: Sí, de hecho, lo que noto en el libro de los mosquetes y descubro es que por causa de esa pasión que sentía por los japoneses ya sabía mucho sin saber que sabía, o sea, había adquirido mucho conocimiento acerca de este otro lado, pero también investigue sobre el comportamiento, las expresiones culturales y fue confirmar al mismo tiempo todo lo que sabía. Los japoneses eran esencialmente budistas o sintoístas, la carne casi no formaba parte de su dieta que era principalmente de pescado y verduras, todo estaba cocinado simplemente y eran muy frugales a comer. Es un pueblo que cultivaba el baño casi a diario, el masaje, se limpiaban y perfumaban y sabían que lo que comemos tiene una relación directa con nuestro olor corporal. En esa época, los portugueses comían una gran cantidad de grasas y alimentos fritos y no lavaban las manos y luego la secaban en la ropa o los pantalones cortos, por lo que el olor estaba siempre con ellos.
Curiosamente también me pregunté si alguna vez había visitado Japón?
MS: No, pero hay un momento en el libro, hay un acercamiento, en el caso de Joao Boavida que creen en la reencarnación, si no he sido seré un día japonés. A veces tenemos tantos lazos con ciertas realidades, que para los que creen, siempre estamos corriendo, o renaciendo constantemente. Sin embargo, me gustaría ir allí.
Escribe no lo solo prosa, pero cuentos cortos y poesía, sin embargo, dijo que su tipo favorito de la escritura es la novela histórica, por qué?
EM: Mirando hacia atrás nos preguntamos acerca de ciertas cosas y yo hace algún tiempo, cuando empecé a escribir me dije que me encantaría escribir una novela histórica, pero no creía que tuviera la capacidad de investigar, sentarme y leer mucho sobre un tema en particular, pensé que era tan voluble y nervioso por lo que no podía iniciar ese proceso. Curiosamente, esta capacidad ha sido desarrollada y probada en "la princesa del Corgo", que fue mi primera novela histórica que escribí durante veintidós años. Yo he encontrado una forma muy particular de investigación, otros autores antes de escribir sobre un tema leen mucho, yo no, yo estoy investigando mientras escribo y sólo para ver si lo que estoy describiendo no es una afrenta a la historia, pero, confieso una cosa, no tengo ninguna ambición de escribir novelas históricas demasiado estrictamente fieles a la época. Trato de crear un aura de asombro acerca de un hecho o de un momento histórico y eso me da una cierta libertad en cuanto a la escritura. Desde muy joven, tengo una fascinación por la Edad Media, siempre fue un gusto que gene precisamente en el pueblo de Lordelo, que cuenta con una torre medieval cercana y recuerdo haber visto desfiles de época medieval, así que tuve siempre una fascinación por la novela histórica, pensando que nunca sería un escritor de este género, al tiempo que hacia otros trabajos, me siento fascinado por este tipo de literatura.
En este momento está preparando otro libro?
AT: He escrito cosas como una novela, un cuento y poesía que son más que un libro. Estoy editando un texto que había escrito hace un tiempo, tengo una novela histórica más voluminosa que el libro de los mosquetes, pero no tanto como la princesa del Corgo, que se radica en el año 1000 dC que es precisamente el punto en el que se funda el Condado Portucalense y luego se hacen las primeras cruzadas. La acción tiene lugar en un convento imaginario situado entre Chaves y Boticas, hay algunos personajes que tienen algo mágico y fantástico, porque me gusta trabajar de esta manera. He estado desarrollando una historia para una editorial para la que he escrito. Tengo dos novelas históricas adultos, pero también escribió literatura juvenil. Me detuve en un libro sobre Vila Nova da Barquinha ahora tengo la intención de reanudarlo en enero, es una novela situada en el siglo XIX, tiene que ver con la construcción del primer puente ferroviario sobre el río Tajo y de alguna manera lo que significaba la llegada del tren al comercio en el rio. Por cierto, este lugar se llama Barquinha, porque había un puerto que era la conexión entre el interior de Portugal y Lisboa.