Porque estos tres lugares en el mundo?
ABC: Guatemala, porque en mi opinión representa América Latina como un destino, con todo lo que este continente tiene que ofrecer y que nos conecta directamente. Su sensualidad, el lenguaje, por lo que esta cercano, un puente sobre el mar que nos une. Es hermoso desde el punto de vista del paisaje, encontramos lagos perdido en medio de la nada, los volcanes y los sitios fabulosos como la ciudad de Antigua, que representa el estilo colonial. La gente es muy amable y de una gran simplicidad, que es una de las características que más me encanta en las personas. En general fue una revelación. Birmania por las mismas razones, se encuentra en Asia, los birmanos son los más pobres que he conocido hasta la fecha, no he pasado por países como India, donde la pobreza es extrema, pero es un pueblo con una riqueza de vida tan superior a su miseria, que sólo puede admirado por el occidental. Sé que me sensibilizo a mi Antonio Cruz, con sus hermosas sonrisas. Son de gran afecto y una grave escasez, porque están bajo un régimen militar que es dictatorial, el mundo aislado y dan gran valor para aquellos que vienen de fuera y quiere darles un abrazo, o hablar con ellos y tomarles una foto. Por no hablar de la belleza del paisaje que es monumental. De ahí surge un álbum de fotos, yo no soy un fotógrafo profesional, o incluso me atrevería a decir que tiro imágenes buenas. Es una compilación donde esta gente que conocí y que va más allá de la foto. No los conozco a todos, o ha tenido la oportunidad de hablar con muchos de ellos.
Por qué ahora?
ABC: Porque pensé que había suficientes imágenes para hacer un álbum. He estado en los últimos tres años en los lugares que me han marcado profundamente como Siria, Panamá y Tailandia, y de romper con ese hábito que tenía de la final de cada año en editar un libro para niños. Este año decidí "perjudicar" a los niños en nombre de los adultos, aunque es un libro con muchas cosas interesantes para los jóvenes. Fue un accidente, había material para hacerlo y no había una historia que contar.
Ha editado cuentos, pero dijo que no sabe si un día, podría escribir una novela? Le carece madurez para escribirlo? Todavía no tiene la idea de una historia que le gustaría decir?
ABC: Tengo algunos, y no quiero que se malinterprete con esto, pero para escribir una novela se necesita tiempo y alcanzado la tal madurez. He conocido mucha gente y muchos lugares, pero no estructurado esa novela en mí. El objetivo último de un escritor no debe ser una novela. Puede ser considerado como el tope de una "carrera" de un escritor. Supongo que para mí no tiene que haber. Tomemos el ejemplo de Luis Sepúlveda, nunca escribió una novela, pero tiene libros de cuentos absolutamente fantástico. Él trabaja a su manera de escribir la historia y perfeccionar esta forma de escritura con el único fin que sea hecho de la mejor manera, en lugar de una novela. Es cierto, no tengo tiempo para escribir. Requiere la disponibilidad y el silencio que es algo que no tengo, porque yo trabajo, tengo una familia y todos los límites en términos de concentración. Por lo tanto, escribo cuentos y tal vez a lo largo de este escrito voy a entrar en una novela. No es un objetivo de todo, si lo hago, surge naturalmente, si no, voy a ser feliz con lo que he hecho.
Cómo funciona el proceso creativo? En la historia, o alguien que usted conoció?
ABC: Volvemos a Cabo Verde. A la isla del Fuego y una mujer que conocí en la casa de un amigo, era la criada que se llamaba Juanita. Yo estuve dos días con ella. Juanita es una imagen de una caboverdiana del campo, camina descalza, que tiene 30 años juzgando tener cincuenta, que está muy podrida por el tiempo y tiene una mirada vacía. Es la primera historia de los diez que vienen con su mirada triste. A partir de una escena del funeral con el llanto de los dolientes que vino hacia mí a causa del viento, que distaba como unos 500 metros de distancia y yo regrese a Portugal con el sonido de las dolientes y la mirada triste de Juanita y de allí hice una historia. Ella recuperó los otros que pasaron por mi vida, algunos más importantes, otros no, y desde allí logró crear nueve cuentos en su alrededor y caminar hacia adelante a escribir sobre la gente que he conocido en mi vida y construir historias a partir de ellos. Después de algunos años y algunos libros, con todas las limitaciones que mi vida se me hace que cada vez presente, que me doy cuenta de que es más acerca de las personas que les gusta escribir. Por supuesto.
Se trata de una necesidad constante?
ABC: Es constante, si no sentía la necesidad de escribir en los semanarios y revistas. No puedo hacer esto a mi vida, porque los libros no dan dinero en Portugal. Puedan dar un José Saramago, Fernando Pessoa , Eça de Queirós y otros escritores como Fernando Tordo, o Gonzalo Cadilhe que se ha dedicado a los viajes, que tiene un nivel de vida que les permita vivir de la escritura, no puedo hacerlo.
Si pudiera seria su destino?
ABC: Por supuesto. Si fuera reconocido y que de alguna manera fuera rentable, no hasta el punto de convertirme en millonario, pero tener un buen nivel de vida, me dedicaría a escribir con certeza, pero estamos en Portugal y Madeira que es peor con todas las limitaciones que conlleva. La isla es muy cerrada. Los libros para mostrarlos fuera es extremadamente difícil y costoso para mi editor el Liberal, para ponerlos en el continente, pronto se pierde el cincuenta por ciento de los ingresos, a favor del distribuidor y tal vez un libro de 20 euros, después el autor que es al final de cuentas el que provoca todo esto, conseguir un euro. No se justifica.
"Las malas palabras y buena voluntad" proviene de una indispensabilidad muy portuguesa que decir mal de todo el mundo?
ABC: Es muy portugués. La sociedad, sobre todo, es extremadamente fértil, de cronistas, escritores, o quienquiera que sea, para darnos ideas sobre las cualidades y los defectos que tenemos. Es como un trozo de arcilla y plastilina que moldeamos. Tanto se puede escribir una crónica de la maldición, como una de buena voluntad que resulta de mi costilla más sensual, más erótica y aquí creo el equilibrio funciono. Es agridulce. Es también el resultado de una necesidad. La gente inteligente debe empezar por reírse de sí mismos. Si no puede reírme de mí porque hago algo estúpido, o estoy loco o demente, o soy idiota, por mis faltas, creo que es mitad del camino para reírse de la sociedad que me rodea. Y como bien consigo reírme de mí, de mis defectos y mis imperfecciones, la sociedad sólo tiene que revisitar lo que escribo y que un montón de gente, por fortuna, escribe.