Es una de las piezas clave de cualquier armario masculino y femenino.
La camiseta tiene su origen en el Alto Egipto, más concretamente en la corte de los faraones que crearon una pieza llamada Kalasiris, que consistía en dos rectángulos de tela cosidos a los lados de una abertura para pasar la cabeza. Desde la antigüedad que esta pieza de ropa ha evolucionado a lo largo de los siglos y ha ganado el formato que conocemos hoy en día, al tiempo que se convirtió en un símbolo de estatus social patente por la elección de telas, bordados y sobre todo por su blancura, cuanto más blanca fuera la camisa, más alto era el estrato social de la persona que lo llevaba. Hasta el siglo XIX, el collar se utilizó siempre para arriba, como lo demuestran algunos cuadros de ese tiempo, sólo desde el año 1853 se empezó a usar para bajo hasta el punto de distinguir los ricos de los pobres, por el color, es decir, la nobleza y la burguesía llevaba en cuello blanco los trabajadores de cuello blanco azul. Ahora se dan de cuenta del simbolismo atribuido a los delitos económicos?
En el siglo XX la camisa adquiere su status unisex, específicamente en 1930 gracias a Coco Chanel y desde entonces, esta prenda se convierte también en parte del vestuario de las mujeres. La camiseta se ha convertido en un elemento esencial en el mundo del trabajo, es un referente de profesionalidad y compone de todos los códigos de vestimenta para las empresas, en particular en su versión blanca. Por otra parte, sigue siendo un símbolo de poder y para eso basta recordar la silueta de los yuppies de los años 80 para tener una idea de su importancia en términos de diferenciación de clases. Para las mujeres, la camiseta es un complemento de feminidad y en este asunto no son muy exigentes, hemos utilizado todo tipo de modelos y colores que se adapten a nuestro estilo, dando la camisa de un estatuto de pieza básica en nuestro armario. Este año las pasarelas mostraron lo mejor que se puede combinar con una camisa y no faltan buenas razones para usarla, incluso si tenga que robar una del armario de su marido, novio o hermano. Todo vale, así que úselo todos los días.