Señaló que con el tiempo estas mujeres siguieron esta ruta? Es decir, están más atentas al diseño de autor?
HS: Creo que sí, hay un grupo de personas que son conscientes, están siempre con ganas de ver, bueno fue aquí en Madeira, que se valoro mucho el trabajo. Una forma de llegar a nuevos mercados era ir en busca de estos isleños en el mundo, ya que revisarían a este sueño. No hay nadie que no haya tenido a alguien en la familia que bordaba, sea ella una madre, una abuela o una tía. Somos más exigentes, ya que siempre hemos vivido con bordados. Estamos en condiciones de decir si ha evolucionado o no. Recuerdo que cuando empecé la gente era muy crítica con mi trabajo, me dijeron que no lo haría bien y luego cuando se enfrentan con el resultado subrayaron que en realidad tenía una buena ejecución. Es por eso que hago un intento de escapar del origen, pero no huir. Mi intento es no perder el diseño, señalar el camino al trabajo, pero con una mirada que no es sólo la artesanía, que se convierte en algo más erudito y de mayor calidad. Parece fácil, pero estoy tratando de hacerlo a 25 años.
Y ahora, cuál es la siguiente fase para Hugo Santos?
HS: Creo que nunca me presenté y estoy preparándome. En el momento en que estoy a limpiar la casa, organizar mi cabeza porque quería presentarme como nunca lo hice. Creo que estoy empezando de nuevo.
Mostrará la evolución de toda una carrera?
HS: Quería hacer una presentación que tengo la intención de montar un año a partir de ahora, quiero mostrar todo este camino, a través de una exposición y para recordar mis 50 años, porque me siento más empoderado. He intentado varias formas para presentarme y quiero decir lo bueno o malo esto es todo lo que he descubierto.
Cómo inicia su proceso creativo? Es a través de los bordados, o materiales?
HS: Primero en la imaginación. Acabo por tener una vida que me permite estar siempre en ese proceso. Luego, cuando mis clientes describen su vestido ideal, estoy dibujando, rara vez traen fotografías. Incluso con imágenes mentales muy definidas, son capaces de abrirse y voy a introduciendo algunos cambios. Todos los días pienso en ello. A lo largo de mi carrera nunca trate de cambiar los puntos, o inventarlos. Uno de mis procesos para que la calidad del bordado se mantenga, es saber que las líneas son más gruesas que antes, las agujas tienen otros formatos y que nuestras ideas resultan de trabajar de otra manera. El bordado Madeira es igual al resto del mundo, en que hay diseños que no son tan diferentes de otras áreas del mundo. Madeira fue poblada por gente que sabía bordar, el hecho de que somos una isla, con vegetación densa y muchas flores, aislado, ayudó a que sea diferente en algunos aspectos, había tiempo para hacerlo bien. Apuntan una dama Inglés, la señorita Phelps, como fundador de bordado Madeira, pero yo no la veo como una pionera en este campo, lo que creo que pasó es que ella era la hija de un industrial, observa que había gente que hacia el bordado con paciencia, vio la calidad de las manos, y comienza a traer dibujos para bordar e llevar para Inglaterra bordado como piezas únicas. Había muchos dibujos repetidos, tenía más de bordado inglés. Luego viene el papel y la máquina de dentar con los alemanes, lo que permite dibujar con carbón con más libertad, que sea más corriente, con más diseños delicados, al igual que en Europa. Traen más diseño, más movimiento, pero luego viene la primera gran guerra y con ello la disminución de bordado que es al final un producto siempre en crisis. La gente local está otra vez sola y diseña, invierte, produce, y ahí es donde llego a lo que llamo el real bordado Madeira, ya que se imaginaba, era diseñado y producido por los isleños. Por falta de patrones de diseño hace que sea más primario y se hace más denso, lo definimos como ingenuo. Al no ser bien diseñado lo hace más rico, la necesidad de llenar siempre los puntos, un proceso que se prolonga desde los años 20 hasta los años 50. Después entramos en nuevos mercados, como fue el caso en Brasil y luego empezamos a producir un bordado muy colorido, aunque los brasileños le gustan los colores originales, querían más tonos. Lo único que lamento es que Madeira siempre ha respondido a los mercados y nunca hizo valer su propia identidad. Lo que creamos fue una nueva forma de bordado, ya que los dibujos no siempre fueron nuestros. Así que una de las cosas que defiendo es que debemos hacer lo que nos viene del alma. Yo no trabajo para ir a París, aunque nunca consiga obtenerlo el sueño es que París venga a mi tierra. Aparentemente parece que no, pero un ideal superior. He dado un paso para que ese sueño gane alas, no puedo hacerlo solo, hay espacio para un equipo para crear un evento que se realiza de manera que el exterior venga hasta nosotros, porque no se puede ser el centro de atención?
Eso es lo que desea?
HS: Yo trato de hacer algo que nos pertenece, que es nuestro, para declarar que estamos vivos. Trabajo en función del sueño, ya que sin él paraba, debe ser genial para ser capaz de dar el paso. Yo creo que si trabajamos mucho el resto viene por acreción. Siento que la gente me conoce fuera de Portugal, pero era curioso que se hablara de la isla al referirse a los bordados y alguien que intenta hacer algo más moderno. Creo que este fue el verdadero sueño.