Es la segunda obra de Naifa, después de la sorpresa de los infiernos.
Decir que este es un destino difícil para un término demasiado estrecho para que el tipo de música que componen Naifa. Se trata de un subgénero dentro del género, que mezcla varios conceptos musicales en un solo trabajo. Hay un sonido lineal, hay varios tonos presos en un tema, es una fusión de identidades, esto es lo mejor que he encontrado para definir este álbum. El tema de "la verdad se pone al día los errores", "señoritas" son algunos ejemplos de estas cuestiones desconcertantes. Incluso las letras no siguen el curso anunciado, parece perdido en un ritmo frenético ritmo, al parecer haciéndose eco marcada por los solos instrumentales. Es un álbum de contrastes. Hay un poco de todo y casi para todos, aunque no para todo tipo de público. Los "naifas" son un grupo dirigido a una minoría. No sé si ese era el objetivo, pero el hecho es que la música que hacen, un cruce del portugués guitarras y el pop electrónico, no es atractivo para todos, o cualquier tipo de oyente. Es adictivo para aquellos que les gusta oír, gracias al mito de que el vocalista agarra nuestros sentidos con su voz rayado, ronca, llena de sentimiento. Las interpretaciones son magnético fuerte y que tiene sentido, dada la música que hacen. Sinceramente no es un subgénero que le guste, pero yo le reconoce el impulso a una escena de la música diferente, ya que es el destino, donde la "transgresión" de la tradicional, no está mal visto.