Es más una reflexión sobre el fenómeno de la "casa de los secretos".
Hace poco leí un artículo de prensa anunciando la entrada de 105 000 personas para la nueva edición de la "casa de los secretos", emitido por TVI. Más, un nuevo campeón de audiencias para este otoño temprano, sin embargo, lo que más asusta los columnistas nacionales es la comparación de esta cifra con los datos de estadisticas a los estudiantes que entraron en las universidades y el programa de televisión vuelve a ganar, es decir, hay más gente que quiere ser superestrellas instantáneas que tener títulos universitarios. Será este un preludio a otra generación de chatarra? Parece desalentador, no es así? De hecho, no podemos olvidar que vivimos en un mundo de hoy donde se convirtió rentable a ser famoso sin hacer nada especial, o por los peores motivos, donse se muestra la faceta más obscena y decadente de la vida, gracias a los reality shows que pululan a través de los distintos canales televisión por cable. Y sobre este tema hay literalmente para todos los gustos! La tendencia que llegó para quedarse de los Estados Unidos fabrica, desde hace décadas, pseudo-estrellas de TV que todo lo que tienen que hacer es ser "ellos mismos". Por no hablar de las redes sociales que extienden el narcisismo rampante de personas anónimas que publican cada día fotos de ellos mismos con o sin ropa, en un vertiginoso ritmo y poco saludable.
Llegó hasta el punto de no valorar ninguna aptitud en especial para estar en la televisión o en los medios de comunicación, para este fin todo lo que tienen que ser es divertido, grosero y estúpido. Así que estas son las personas que dirigirán el país? Por supuesto que no! Debido a que estos estarán entretenidos con el número de gustos en Facebook, publicar fotos en Instagram, u otros sitios relacionados del momento. La comparación, en mi opinión, fue precipitada, porque no tiene en cuenta que estamos sumidos en una crisis económica que empobreció a las familias, lo que significa que menos personas jóvenes pueden tener la oportunidad de acceder a las universidades. En segundo lugar, el desempleo sigue siendo intenso, y una realidad especialmente dura para estas nuevas generaciones, que ni siquiera pueden acceder a una primera oportunidad de entrar en el mercado laboral y tercer punto en un país sin rumbo, donde no sabemos lo que será mañana, donde no existe una nación sueñada, es natural que muchos busquen soluciones donde no las hay, o que sólo son efímeros y ficticios. Hay alguien que todavía se recuerda el nombre de la persona que ganó la primera "casa de los secertos"?